Han pasado algo más de dos semanas y se notan, bueno, noto yo, los primeros resultados: ¡más de 4 kilos he perdido! sin prisa, pero sin pausa, continúo.
Para no dispersarme, he decidido ponerme pequeñas metas, es decir, no voy a perder "chorrocientos" kilos de golpe, pero he pensado que, si cuento de diez en diez, psicológicamente, será mucho mejor. Se trata, en suma, de ir bajando decenas, ganar batallas porque las guerras, se ganan así, de poco a poco...
Entusiasmada, me he colocado ese par de vaqueros que me compré hace 2 meses y que ni siquiera me abrochaba. La cremallera, cierra a la perfección y me quedan muy bien, de hecho, me veo muy atractiva y seguro que maquillada y la melena suelta, conjuntándolos con una camiseta rosa que me encanta, estaré muy guapa y con una camiseta negra, me quedará muy elegante para ir a tomar una copa a un sitio que mi niño tiene muchísimas ganas de llevarme y por circunstancias diversas, aún no hemos ido, pero estoy deseando que, orgulloso, me lleve y pasemos un rato chulo.
Hoy, quería salir para estrenarlos, pero no he sido capaz, no por nada, si no por el calor infernal que hace en la calle. Estoy cansada y no me he sentido con ganas y bueno, es que también me apetece ponérmelos arregladita.
Y toda la felicidad de hoy, la provoca unos pantalones de marca blanca, pero sé que es el camino que me llevará a vestirme con la ropa tan preciosa que tengo en mi armario, tan elegante y llena de glamour y estilo.
Cuando me llegue el bajón, que seguro me llegará, lo afrontaré, no sé como, pero lo superaré y aunque de un paso atrás, será para coger impulso.
Gracias a Dios que me gusta tanto la verdura.
