martes, 24 de julio de 2012

De excursión al loquero


Hoy tocaba "loquero", bueno, para los corazones sensibles, psiquiatra. Básicamente para que me renueve la medicación porque si no el médico de cabecera, no me da más recetas.

Respecto a mis dolencias, parece que no son tales. Tengo la impresión que no me cree una sola palabra, creo que tengo un problema, y es que al parecer, solo yo, me creo enferma. Las patologías que tengo, bueno, son patologías "normales" según las circunstancias. Que tenga necesidad de gastar compulsivamente, bueno, no es para tanto, si bien, no tengo enajenación mental.

Vale, pues nada, que mis episodios de "ponerme en el siete" babeando de rabia y ansiedad, no es más que algún pequeño cabreo; no me ha dicho esto, pero la impresión que me queda es esa.

Y bueno, me envía al psicólogo para que valore. Valorar ¿el qué exactamente? ¿Acaso él no era el psiquiatra, el médico, el profesional que tenía que hacerlo? 

Estoy sola en esta batalla. No sé a quien creer o si confiar en mi misma, que, para el caso, no importa, dado que soy mi peor enemiga.

Todo son incongruencias pero yo, necesito otra tetera para calmarme.

¡Para colmo, mi pareja, amenaza con llamar a Urgencias hasta conseguir que me encierren! De esta forma, quizás y solo quizás, así me crean.

Quiero gritar pero mejor me callo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario