miércoles, 11 de abril de 2012

Cuando me subí en un ascensor oscuro ¡Lo peor!

Tengo PÁNICO a la oscuridad, pero si tengo que meterme en un ascensor, la cosa se acentúa. Me explico: los ascensores, en general, no me gustan demasiado, de hecho, hablaré de una pesadilla que se me ha repetido con los años pero ahora no viene a cuento.

Una tarde, con mi madre, tuve que ir a un sitio a hacer unas cosas y teníamos que subir a un piso muy alto, un noveno, creo y claro, había que ir en el ascensor que ¡no tenía luz! Ni corta ni perezosa, iba a disponerme a subir escaleras arriba, que es muy sano, sobre todo, cuando se acojona una en situaciones de este tipo pero mi madre, me agarró y me espetó "¡niña,! ¿qué malo hay? sube anda, que el ascensor, no tiene bombilla, nada más"

Nada más y nada menos, de modo que me agarré a mi madre y estuve gritando durante el trayecto que me pareció una eternidad. Casi me daba un infarto.

Creo que no volvería a pasar por ello, bueno, no lo creo, estoy segura

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